En todas nuestras decisiones de inversión y en la configuración de cualquier proyecto empresarial o económico, se prioriza siempre el criterio ético. Criterio que incluye factores sociales como la desigualdad, la inclusión y la inversión en capital humano, y factores medioambientales relacionados con la adaptación y mitigación al cambio climático y con el medio ambiente.
Esta nueva forma de enfocar las finanzas supone un gran cambio de cultura para el mundo financiero que, poco a poco, se está adaptando para satisfacer las necesidades de un mundo cada vez más concienciado.